La bajada de las temperaturas se ha hecho notar y la llegada del invierno se va a acercando. Probablemente – según la zona de España en que residas – estarás pensando ya en encender la calefacción o incluso si lo has hecho ya, puede que estos consejos lleguen a tiempo y te sean útiles.
Poner a punto los sistemas de calefacción de nuestro hogar es primordial no sólo para evitar desperdiciar la energía y calor que proporcionan, si no para prevenir averías en los aparatos y posibles accidentes más graves en nuestra casa.
Sea cual sea el sistema de calefacción que se use, es completamente necesario hacer una revisión antes de ponerlo en marcha. Ya sea nosotros mismos comprobando unos aspectos básicos, como por parte de un técnico especializado, como es en el caso de las calderas.
A continuación, desde Showroom Barral te resumimos los pasos y aspectos esenciales que hay que tener en cuenta para poner a punto los diferentes sistemas de calefacción. Recuerda que si hay un paso que no estés seguro de cómo realizar es mejor que contactes con un profesional para evitar accidentes.
Calderas de gas o gasoil
Lo más importante es mantener la presión en los valores adecuados, que es entre 1,2 y 1,5 bares (unidad de medida de la presión). Todas las calderas disponen de un manómetro donde ver la presión, o en las más modernas, una pantalla digital.
Si la presión está por debajo o por encima de los valores recomendados, coge el manual de instrucciones de tu caldera para saber cómo ajustarla correctamente. Una presión con valores inadecuados puede tener efectos negativos en nuestra caldera y producir una avería grave.
Además, es conveniente echar un vistazo por el circuito que es visible para comprobar que no hay pérdidas de agua o algún cable o conducto mal conectado. En caso de encontrar cualquier tipo de fuga o fallo es momento de contactar con el especialista.
Para ambos tipos de calderas se suele realizar una revisión anual por parte del técnico. Además en la de gas, la empresa distribuidora debe hacer una revisión obligatoria cada dos o cinco años, según las características de la misma.
Radiadores
Purgar y radiadores van siempre de la mano. Purgar es simplemente sacar el aire que hay dentro del radiador, después de varios meses sin funcionar es normal que se “cuele” aire.
El hecho de que los radiadores almacenen el aire dentro podrá causar que el radiador no se caliente de manera uniforme. Por ejemplo, que la parte superior esté fría o apenas de calor y a medida que bajamos la mano notemos que está muy caliente; o podemos oír unos ruidos extraños, como de “gorgoteos” al encender la calefacción.
Para purgar los radiadores asegúrate en primer lugar que la calefacción está apagada. Luego sigue el orden desde el que está más cercano a la caldera hasta el que está más lejos. Localiza donde está la llave de purgado y coloca debajo un recipiente para no manchar el suelo. Simplemente ayúdate de una moneda o destornillador para girar la válvula y notarás como comienza a salir agua y aire de forma discontinua. Una vez que sólo salga agua significa que ya no queda aire, por lo que puedes cerrar la válvula y continuar con el siguiente radiador.
Aire acondicionado con bomba de calor
Al igual que durante su uso en verano en modo frío, en los aires acondicionados con bomba de calor es importante limpiar periódicamente los filtros del aire para asegurar un correcto funcionamiento y una calidad óptima del aire.
Estufas pellet o estufas de biomasa
En los últimos años este tipo de sistema de calefacción ha sido muy demandado ya que las estufas de pellet aportan gran poder calorífico y buen rendimiento y además lo hacen con energía renovable, por lo que son más ecológicas que las calderas de gas o gasoil anteriormente citadas.
Su mantenimiento, sin embargo, requiere de más dedicación. Se recomienda una revisión anual del técnico experto, y de cuidados diarios/semanales. Como la limpieza del cenicero, para que las cenizas no obstruyan los conductos, y la limpieza de la cámara de combustión.
Estufas de gas y calefactores eléctricos
Son métodos de aporte calorífico más tradicionales. Hoy en día no se suelen encontrar como método principal de calefacción del hogar, pero sí en estancias concretas o para momentos puntuales. Necesitan de unas consideraciones previas para evitar graves accidentes domésticos.
En el caso de las estufas de gas, también conocidas como catalíticas, es de vital importancia comprobar el buen estado de la goma que conecta la estufa a la bombona, así como su caducidad.
Por su parte, en los calefactores eléctricos hay que comprobar que el cable de conexión se encuentra en buen estado y limpiar las resistencias para quitar la acumulación de polvo u otras partículas.
Una vez visto como poner a punto los sistemas de calefacción y los métodos más usados, no está de más recordar que la eficiencia y aprovechamiento energético de cada uno de ellos también depende en gran medida del sistema de aislamiento con el que cuente nuestro hogar en puertas y ventanas.
Y tú, ¿has encendido ya la calefacción? Si buscas asesoramiento no dudes en contactar con nuestros profesionales de Showrooom Barral.